Entre marcar y lavar platos.

Campeonato de la crueldad…
Walter de 14 años, volvía a Rosario -con su papá- en un colectivo que llevaba a hinchas de Newell´s. El transporte debió detenerse porque le pusieron unos clavos miguelitos, se bajaron y recibió tres tiros en la cabeza. Fueron unos tipos de la misma barra que salieron del costado de la ruta para cobrarse alguna. Al parecer el enfrentamiento es entre un ex barra apodado Pimpi y el acutal jefe el Panadero.
Venganzas, ajustes de cuentas, fuegos cruzados… es lo típica por el manejo de la barra brava y que, por supuesto, no solamente ocurren mientras dura el partido. Manejar la barra supone manejar la “merca”, el estacionamiento, la “seguridad” dentro del estadio, las banderas, las entradas, los colectivos.
Violencia, fútbol y muerte siempre marcharon juntos, eso advierto revisando algunos Gráficos de primera mitad del siglo pasado. Es la triada utilizada abusivamente por algunos dirigentes mediocres que requieren sus servicios ante la falta de asentimiento popular.
Kent (no kant) que fuera dirigente de River Plate allá por el ‘67, reconoció la necesidad de gastar en viáticos, pasajes y demás con tal de hacerle el aguante al equipo para que no arrugue, en fin, todo un razonamiento gallináceo.
La hinchada tuvo ese no se que barrial, de los colores, de la trompada, las pedradas para enfrentar al contrario y defender al propio hasta que el capitalismo entró a la tribuna, saltó el alambrado, se metió a la cancha, ingreso de imprevisto al vestuario y así estamos. Es la violencia que se organiza desde arriba, mezcla rara de poder, política y plata. Violencia como profesión, calculada e institucionalizada. Barras que usan a la hinchada para hacer sus negocios y conseguir alguna que otra ventaja.
Hace poco vi “Diario de un Hooligans” de Nike Love en ella veo la vida de un tipo atravesado por la droga y sus consecuencias y el fútbol...bien, gracias. El tipo aparece como un desafiliado social, solo existe los fines de semanas en la tribuna y con la barra, únicamente así siente que es. “Vo´ no exiti’… vo’ no exiti’… muertoooo…” es la retórica mas utilizada en la hinchada, se niega lo otro, son las cosas del espectáculo paralelo, un adiós a la alteridad. O sino “Yoooo tengo aguaanteee…” la hinchada se da vuelta, da la espalda para aguantar, ve otro campeonato; el que hay que terminar de una vez para que nuestros hijos vivan el fútbol con la lealtad de los antepasados, para que grancianamente el fútbol “vuelva a ser el reino de la lealtad humana ejercida al aire libre”.


Néstor y Hugo
Claro, es la crítica de algunos periodistas deportivos que pretenden establecer un vínculo directo entre los compañeros, la violencia y el crimen. Algo así como decir Civilización y Barbarie. Si, estoy con el gobierno nacional y sigo creyendo que la CGT, liderada por Hugo Moyano, es columna vertebral para sostener un modelo que marche hacia el trabajo y la equidad. Y esto no me impide repudiar y generar acciones para combatir la violencia y la corrupción en el fútbol. Después de todo el fútbol es para todos gracias a quien? a Cristina, según Grondona (aliado solo táctico) y algo de razón tuvo. Igual, pregunto: porque no venimos un poco mas cerca? si. Hablemos de Ulloa, adelante. Pero yo tengo ganas de hablar de algunos otros como el Dr. Vila, cordóbés, que fuera funcionario de la SIDE en tiempos de las coimas al Senado y ahora titular apoderado de Atelier S.A el mismo que se presenta como fanático de Talleres mientras sea un negocio, naturalmente.

Ahumada y la corte de arrastrados
Todavía no puedo creer como dirigentes políticos, de primera, segunda y tercera línea quedaron obnubilados por este delincuente que posa de converso y por el que me gané el mote de “denunciera” , donde mas de uno me mandó a la lavar los platos… cosa que odio pero que igual hago. Se dejaron fotografiar, no faltaban a sus reuniones, aparecía como el carismático que regalaba entradas y hacia entrar a las mujeres y los niños gratis, que recuperó la Boutique. Nadie se tomo la molestia de investigar de donde venia y que hacía, todos miraron un par de dólares que traía. Pocos analizaron el pasivo que generaba, lo gritamos unos pocos sin cansarnos hasta que descendió. Cosa que al Cuate le convino especialmente. Aún así, los que tenían la obligación de entender, quienes ostentaron responsabilidad como socios y/o funcionarios se hicieron los desentendidos. Actualmente está imputado por coacción agravada e incitación a la violencia, sabida es su relación con los barras por unos pesos, ahora compro el espacio deportivo en Radio Mitre y se fue para invertir en San Luis. Para estas cosas tuvo plata, pero al irse comprobamos que los colchones donde dormían los chicos de las inferiores no medían más de cinco centímetros, no había agua caliente, ni utensilios suficientes e higiénicos para que almorzaran y cenaran. Ningún dirigente que alardeaba de su amistad miró estas cosas... pero dicen querer a Talleres…


La necesidad tiene cara de hereje…
El Cuate invitó un asado a Willington, Ludueña, Bravo, Valencia, la Cata Oviedo, Hector “chocolate” Baley …. No asistió Galván que al menos tuvo dignidad y no aceptó comerse el asado con el vino de setenta pesos que seguramente Ahumada les convidó. Es necesario cierto paladar para degustar cena con plata mal habida. Ojalá sea lo único que les haya ofrecido. Al otro día hicieron una conferencia de prensa para que Vuelva Carlos.

Una causa, una luna.
Luna de Avellaneda es una película que cuenta la historia de un tipo de barrio que emprende una cruzada, solo, en donde casi pierde hasta la mujer por salvar a su club, pero no encuentra ni la solidaridad ni el compromiso de sus amigos de la vida. Darin contra Fanego, el primero cree en un club para los socios, administrados por sus socios, en el deporte como derecho social. El otro, exitoso y pragmático cree que para subsistir y progresar hay que entregar todo, la madre, el club de tus amores y… en fin, todo.
Finalmente, en una asamblea Darin pierde por poco, pero queda claro que solo es una derrota táctica.
Que más, hay que seguir marcando mientras den las piernas, con el pasto alto y sin dejar de lavar platos, este es un partido que se juega en la cancha chica del fútbol y en la cancha grande de la historia como le gusta decir a nuestro amigo Del Frade.